MI TIEMPO LIBRE: La mujer de mi vida

viernes

La mujer de mi vida


Soy un niño de generación Disney, ya sabes la pareja que se conoce en situaciones extrañas pero que desde que se ven saben se flechan, que a lo largo de la película se separan pero que 15 minutos antes del final logran vencer a los malos y viven felices para siempre (Excepto la cenicienta que en la parte 2 vive muy triste en el palacio y prefiere ser pobre).

Un día en mi adolescencia leí los diálogos de Platón, en lo particular me impresionó mucho El Banquete, en dicho diálogo Aristófenes explica como:

“Hubo un tiempo en que la tierra estaba habitada por personas esféricas con dos caras, cuatro piernas y cuatro brazos, con una velocidad e inteligencia increíbles. Sin embargo la arrogancia de estos seres provocó la ira de Zeus que para debilitarlos y someterlos los dividió con su rayo, convirtiéndolos en seres incompletos y condenándolos a anhelar siempre la unión con su mitad perdida; Así, pues, una vez que fue seccionada en dos la forma original, añorando cada uno su propia mitad se juntaba con ella y rodeándose con las manos y entrelazándose unos con otros, deseosos de unirse en una sola naturaleza, morían de hambre y de absoluta inacción, por no querer hacer nada separados unos de otros.

Pero cuando se encuentran con aquella auténtica mitad de sí mismos quedan entonces maravillosamente impresionados por afecto, afinidad y amor, sin querer, por así decirlo, separarse unos de otros ni siquiera por un momento. Éstos son los que permanecen unidos en mutua compañía a lo largo de toda su vida, y ni siquiera podrían decir qué desean conseguir realmente unos de otros. Es evidente que el alma de cada uno desea otra cosa que no puede expresar, si bien adivina lo que quiere y lo insinúa enigmáticamente.”


Hoy en día mi lado objetivo me obliga a encontrarle diversos defectos a la teoría de “mujer de mi vida”, empezando por lo realmente difícil que sería encontrar a ese ser complementario, luego el pensar que aún y cuando ella sea la mujer de mi vida eso no significa que yo sea el hombre de su vida, y por último, aún en ese supuesto ridículo de que se encontraran, comprendieran que son el uno para el otro… que pasaría si no pudieran estar juntos.

En este supuesto ambas personas estarían condenadas al sufrimiento, no podrían encontrar felicidad en otro lugar o si la encontraran, dicha felicidad no podría ser comparada con la que vivieron-sintieron con su media mitad.

No diré si eres o no la persona que me complementa, simplemente me niego a realizar comentarios al respecto, lo único que entiendo es que no quiero creer en algo como la mujer de mi vida, no quiero vivir condenado a la infelicidad, quiero ser feliz, quiero dejar de quererte en caso de ser necesario, deseo a alguien que sea capaz de decirme todo lo que piensa incluso ¡Que no me ama!, quiero olvidarme del pasado y concéntrame en el presente, quiero seguir adelante, quiero decirle a Alexa o a Sofía que su madre es la ideal, quiero dejar Troya atrás, quiero creer que lo hago por mi, quiero dejar la religión para los que saben y les importa, quiero dejar de pensar el París, quiero olvidar esa idea de vivir en un hotel, quiero dejar de intentar entender el urbanismo... simplemente quiero dejar de imaginarte en morado.

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