Cuando era niño el 31 de octubre lo pasábamos en casa de Gebe, había historias de terror, alguna vez una Ouija, nos quedábamos a dormir ahí, era siempre interesante, en casa de Gebe inicié hace unos años una muy chingona noche de Hallowen, fui a dos súper fiestas, buena compañía, buen disfraz, todo agradable.

No estoy seguro de a que se debe, supongo que es a la educación de extrema derecha de Elena, pero solamente salí a pedir Hallowen una vez en mi vida, para ser sincero no siento que me haya hecho falta, sin embargo recuerdo con mucha estima esa noche que salí junto con Fabián y los Gemelos... yo iba vestido de monje... pero no recuerdo quien me presto el disfraz.

Este año regresó la tradición de hacer algo el 31 en casa de Gebe, esta vez, como buenos geeks que somos, la decisión fue jugar Risk (yo quería ver la última de Terminator, pero pues... no obtuve apoyo de la mayoría), fue un juego raro sin Yaxal y Chacho, creo que hasta la táctica pacifista de Joaquín fue extrañada.

No estaba de humor ese día... en realidad sigo sin estarlo, el problema del 31 de octubre es que el día siguiente comienza noviembre.... ODIO NOVIEMBRE... lo detesto con todo mi ser...

Cada vez que creo superarlo algo se atraviesa, deseo olvidar, superarlo; lo intento constante y fuertemente... necesito más fuerza... tal vez más tiempo... tiempo... en unos días terminará noviembre...

Odio noviembre.... y lo odio con más fuerza cuando comprendo que en un universo paralelo el peor día de mi vida no ocurrió.