Los gritos han desaparecido en tan solo un instante, un maravilloso silencio me rodea, atrás han quedado los espasmos, convulsiones y el enorme dolor. Por fin mi nariz ha dejado de sangrar, mi rostro está limpio, estoy moviendo ambos brazos... estoy de pie... puedo respirar, ya no tengo ese tono amarillo en mi piel, y el frío... he dejado de tener frío.

No recuerdo el camino al hospital, ni el como llegué a la camilla, mucho menos cuando me pusieron el suero y el resto de os tubos... lo que recuerdo... lo que recuerdo es cuando cortaron mi camisa, cuando una enfermera comenzó a limpiar mi rostro, todo era movimiento, de repente demasiadas personas se arremolinaban a mi al rededor una tras otra tras otra... medicina, suero, sangre, inyección tras inyección, preguntas sin respuesta, llamen al Doctor Arce, 2 miligramos de esto, otros 5 de aquello- la presión baja-, -falla hepática, -hay que entbuar-, -cierra la cortina-, -dónde esta el suero-; - está entrando en shock doctor, -sangre en la orina-.... todo era movimiento... y de repente... la tranquilidad.

Por fin todo ha dejado de ser tan confuso, dicen que sólo fueron 45 segundos ... pero... pero ahora lo entiendo todo... eres tan parecida a tu mamá... tus facciones, los gestos, eres mucho más hermosa de lo que alguna vez hubiera imaginado, te he hecho cien preguntas y aún tengo mil más, pero ya no hay tiempo, no hay nada que elegir.

Es momento de cumplir promesas... gracias pequeña.