Dice mi mamá que todos los bebés son feos al nacer (y es sabido que Santa Elena pocas veces se equivoca), sin embargo cuando conocí a mis sobrinos poco importó que aún estuvieran rojos, demasiado arrugados, con los ojos cerrados y con poco cabello, para mi se veían increíblemente hermosos, como no estarlo si era genética básica.
Bruno creció bajo el estricto cuidado militar de mi hermana Claudia (siendo observado de forma constante por la Matriarca Elena), por su lado Karime disfrutó de la tranquilidad que otorga el ser criada por una psicóloga (para quienes no lo sepan, los psicólogos educan de una forma tan barco que en ocasiones no parece siquiera educación) en un lindo y tranquilo pueblito con playa.
Pero bueno la genética es simple, así que sin importar el tipo de educación, la participación de las monjas o el estar lejos de la civilización, estos dos adolecentes son demasiado parecidos (necios, gritones, tercos, novieros, etc.).
Estos dos pequeños (que serán el resto de sus vidas mis bebés) tienen entre sus múltiples actividades hacerme sentir increíblemente viejo; y es que estos adolecentes, no se limitan en ir en contra de mis ideas o criticar de forma constante mi manera de vestir, de hablar, la música que escucho, los programas que veo, etc.; sino que también se han atrevido a presentarme a su novi@ en turno, a realizarme preguntas de índole sexual, a ganarme en vídeo juegos, a enseñarme a utilizar funciones de mi celular, a cambiar mi imagen para no parecer "tan" viejo, a resolver problemas con mi novia, entre tantas y tantas cosas.
Bruno vivió en mi casa algún tiempo y cuando salió de ella fue para irse a vivir a la casa de alado, así que he ayudado a criarlo, estuve ahí la noche que dio sus primeros pasos y suelo olvidar su cumpleaños pero jamás he olvidado que su primer palabra fue "gol"; mi sobrino es mi orgullo, le exijo mucho porque se de lo que es capaz, tiene un buen corazón y cuando la flojera de adolecente termine será bueno en lo que decida hacer de su vida; Le encanta el fútbol casi tanto como las mujeres (será todo un cabrón mi sobrino, pero bueno, es genética básica).
Karime siempre ha sido una niña inquieta, acostumbrada ha hacer su voluntad (genéticamente terca), extremadamente femenina, preocupada por resolver la vida sentimental de sus amig@s, tiene una habilidad nata para hacer dinero; tuve muchos problemas con ella debido a que tenemos un carácter casi idéntico, pero bueno, conforme ella fue creciendo y los dos maduramos, nuestra relación se volvió mucho más sencilla,. Hoy es una adolecente rompe corazones, preocupada por su familia.
Ellos son dos de mis sobrinitos que ahora son grandes pero a quienes alguna vez les limpie las nalguitas.
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